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Autobiografía


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Esta autobiografía constituye una síntesis de mi vida que en el mes de marzo de este año arriba a 63 años de pequeños y grandes acontecimientos. He reseñado lo que considero la esencia de mi experiencia vital, los episodios positivos y negativos vividos con intensidad a nivel individual y colectivo, vivencia que espero sean útiles para el conocimiento de la vida real y concreta en el espacio tiempo de mi país ,en especial a las nuevas generaciones del tercer milenio, encargadas de sopesar nuestras experiencias y de continuar adelante en la gran tarea que cumple nuestro pueblo en esta sorprendente época de globalización, adelantos científicos y tecnológicos, pero también de serios problemas en virtud del acelerado crecimiento de la población mundial, el deterioro del medio ambiente y la lucha de las naciones imperiales por mantener su hegemonía sobre los países considerados menos adelantados. Tal es el reto que nos aguarda en un futuro inmediato y espero que esta autobiografía, así como la de todos mis compañeros activadores en el Táchira y demás regiones del país, sea una orientación luminosa en la lucha por lograr una patria próspera y feliz, como lo anheló nuestro padre el Liberador Simón Bolívar.

Un día miércoles 3 de Marzo de 1943, a las 11 y media de la noche, nací en Michelena, población ubicada al norte del Táchira, en víspera de la celebración de la fundación del pueblo de mis amores.

En esos momentos, muy lejos, rugían los cañones de la II Guerra Mundial: alemanes y aliados estaban trenzados en fieros combates en las arenas del desierto. Entre tanto, en el apacible pueblo de Michelena, a las once y media de la noche, del día señalado, doña Sabina García, la comadrona del pueblo, me izaba por los piececitos como una bandera triunfal, diciendo a las presentes: este niño llorón, quizás va hacer cantante. Por escaso margen se equivocó doña Sabina, pues había aterrizado en Michelena, un poeta sideral, un trovador del universo.

Mi madre doña Nieves Roa, me miraba entre lágrimas y sonrisas. Mi padre Don Teodoro Becerra Pérez, muy contento y orgulloso de su nuevo vástago, destapó un botella de “calentado” y de inmediato el dulce aroma del exquisito brebaje se extendió por toda la cuadra del vecindario y a los pocos minutos la humilde y pequeña casa donde nací se plenó de familiares y vecinos para conocer al recién nacido.

Las campanas del pueblo repicaron alegremente para anunciar a todos los paisanos la presencia de un nuevo hijo del pueblo que llevo en mi corazón como una rosa sideral.


MI CASA NATAL

El hogar humilde que me vio nacer tenía al frente una pared de unos diez metros de largo, que remataba con tejas ennegrecidas por la acción del agua y del viento. A la derecha, colindando con la casa de la familia Chacón, había una puerta de madera un tanto picada por la polilla, sin pintar, que daba acceso a la casa. Una vez dentro, había un patio de tierra y a la izquierda sobre el suelo, una larga piedra y ancha, reforzaba el suelo de tierra, donde yo jugaba con mis hermanitos a los pocos años de vida.

Frente al patio de entrada, estaba la sala de recibo al descubierto, que consistía en dos muebles de madera y sofá con su correspondiente mesita sobre la cual descansaba un jarrón de flores que mi mamá las cambiaba a diario.

A unos seis metros de la puerta de entrada, en un pequeño patio, estaba la casa donde nací. Al fondo el solar, con el lavadero de piedra, a donde llegaba un chorro de agua limpia mediante largos canales de maguey abiertos a la mitad. Rodeaba el lavadero el solar con abundantes árboles frutales (naranjos, chirimoyos, mangos, higos, guineos) y caña de azúcar. Al costado derecho de la casa un pequeño jardín de rosas y variedades de matas que alegraban la vista.

La casa tenía una construcción de paredes de arcilla y bahareque, techo cañón de tejas en negrecidas y piso de tierra, paredes cubiertas de litografías de imágenes de santos. En el cuarto donde dormía con mamá, la imagen del Sagrado Corazón de Jesús iluminada con la lámpara de aceite.

En la humilde cocina , un fogón que mamá encendía mediante leña, razón por la que madrugaba a las cinco de la mañana con ella par encender el fogón y tener el desayuno listo a las 6 para poder estar en la escuela a las 7 de la mañana.

HISTORIA DE MI PUEBLO

Michelena fue fundada por el Pbro. José Armando Pérez, el 4 de marzo de 1849. A raíz de un terremoto ocurrido en la población vecina de Lobatera, el Padre Armando subió a la sabana ubicada a pocos kilómetros, donde estableció las bases para una nueva población, le dio el nombre de Michelena, apellido de Santos Michelena, en homenaje a su entrañable amistad.

En verso, expongo esta parte de mi autobiografía:

Génesis de Michelena

Cuando Dios creó el mundo

reservó porción del cielo

un hermoso paraje de pájaros

y árboles

una bocanada de aire puro

y fresco

para un milagro de la existencia.

Giraron siglos y siglos

en la ruleta del tiempo.

Un día a la tierra se estremeció.

De las entrañas de Lobatera

madre tierra y bondadosa

surgió con dolor y amor

la gracia de su hija tan hermosa.

En el temblor del planeta

la gente corrió despavorida.

Huyeron los animales al monte.

José Armando Pérez partió con sus

feligreses

de Lobatera hacia el norte

con fe, voluntad y mirada visionaria

llegó a la Sabana

bendijo la tierra prometida

exclamando: te nombro Michelena

en honor a la amistad.




A cien años de su fundación, el 4 de marzo de 1949, Michelena carecía de cloacas y tuberías de aguas blancas. Las calles no estaban asfaltadas. Eran como el patio de mi casa, de tierra y por doquier crecía el monte con abundantes bostas de ganado, en señal de que por las calles principales transitaba el ganado rumbo a los potreros cercanos. Al sur oeste del pueblo había un matadero. Donde eran conducidos los toros para el sacrificio, amarrados con varias sogas de cuero, con peones adelante y atrás, que poco a poco iban empujando la res al matadero. Era un verdadero espectáculo, los vecinos cerraban las puertas de las casas, asegurándose que ningún niño permaneciera en las calles ante el peligro del bravo toro en veloz carrera al matadero. El pueblo era pequeño, de pocos habitantes, sanos, cordiales y solidarios desde el punto de vista familiar y vida comunitaria. La escuela donde aprendí las primeras letras y números, me quedaba cerca, a dos cuadras de mi casa. La señorita Ana Josefa Rosales, mi primera maestra, me inició en los secretos del lenguaje, los números, en el amor a los valores patrios y otras enseñanzas fundamentales en la inolvidable etapa infantil. En mis años de infancia, adolescencia y juventud, recuerdo con nostalgia los paseos al campo. trapiches y quebradas, dejaron en mi alma dulces recuerdos que evoco en mis poemas de madurez, en los “Cantares Michelenenses. Las campanas de la iglesia anunciaban los pequeños y grandes acontecimientos en el pueblo, desde el nacimiento y bautizo de un niño, como invitación a la misa, con alegres repiques, en caso contrario, si se trataba de un difunto, las campanas sonaban tristes comunicando los aires luctuosos a los habitantes del pueblo. Existió años antes, una campana mayor cuyos ecos se escuchaban a varios kilómetros de distancia, hasta el Páramo del Zumbador.

MIS PRIMEROS ESTUDIOS

En 1948, a los cinco años, mis padres Don Teodoro y Doña Nieves, me inscribieron en un escuela de kinder, como anoté antes, dirigida por la maestra Ana Josefa Rosales, de grata recordación en mi pueblo natal. En l949, inicié la primaria en una escuela de la localidad de San Pedro del Río, población cercana donde fui a vivir con mi familia. En ese año el grupo familiar estaba constituido por mis padres Doña Nieves y Don Teodoro y mis hermanos Antonio Ramón, Carmelo Obdulio, Gonzalo Augusto, José Teodoro, María Serafina, Consuelo Delfina y José Amable, siendo yo el segundo en la lista. En l951, regresé con mi familia a Michelena, donde estudié tercer grado en una escuela ubicada a media cuadra de mi casa, bajo la dirección de la maestra Lya Zambrano. El cuarto y quinto grado los estudié en el Grupo Escolar José Amando Pérez. En 1956, mi papá me llevó junto a tres hermanos, Carmelo Obdulio, Gonzalo Augusto, José Teodoro, para finalizar la primaria en la ciudad de Pamplona, Colombia. En l957, comencé el bachillerato, conocí a mi joven condiscípulo Eduardo Vélez, quien me inició en la poesía con la declamación de la Divina Comedia del inmortal Dante y de una serie de poetas colombianos, románticos, modernistas, piedra ceslistas, destacándose también, Edgar Allan Poe, Gustavo Adolfo Bécquer, mi glorioso tocayo nicaragüense, Rubén Darío, entre otros… Papá me inscribe junto a mis hermanos en el Colegio del Norte, fundado por el Pbro. José Rafael Faría, autor de libros de filosofofía y religión. El padre José Rafael Faría vendió el Colegio a los padres Carmelitas en l959, por lo que me gradué de bachiller en el Colegio Carmelitano en el mes de noviembre de l962. En l963, me inscribí como alumno de Ingeniería Mecánica en la Universidad Industrial de Santander, Bucaramanga. A los pocos meses sufrí una grave enfermedad y me vi obligado a retirarme de la Universidad.

DE NUEVO EN SAN CRISTOBAL

En 1963 regreso a San Cristóbal, ingreso en calidad de profesor de Castellano y Matemática en el Instituto Comercial Gregg, bajo la dirección del profesor y poeta Manuel Alberto Clavijo.

ORIGEN DE MI VIDA EN EL ARTE Y LAS LETRAS

A finales de 1963 conozco al señor, Luís Fuentes, linotipista del “Diario El Centinela”, fundado por el insigne periodista y amigo, Don Marco Morales. Don Marco me abrió las puertas del periódico de par en par. A los pocos meses participé con un grupo extra ordinario de poetas y pintores en la fundación de la Peña “Andrés Eloy Blanco” y la “Cueva Pictolírica”, iniciando así una labor consecutiva que en este 2006 va a cubrir 43 años de actividad cultural.

Colaboré en los años 66 al 75 en los diarios “Vanguardia”, “Católico”, Antorcha Impacto. Actualmente formo parte del grupo de colaboradores en el suplemento dominical, “Flash de La Nación”, y en la Revista Aeropuerto, “La Nación”, fue fundada por Don Arquímedes Cortes y su hijo José Rafael, el 23 de Diciembre de 1968. La revista “Aeropuerto” fue fundada por el amigo Eliseo Useche hace 32 años.

MI PRIMER VIAJE A CHILE

Febrero 1965

En el mes de febrero de 1965, viaje con mi amigo Pedro Sayazo Martínez, nativo de Sta. Ana, Táchira, con el fin de inscribirme en la Universidad de Chile y de paso conocer al poeta Pablo Neruda, el país donde Don Andrés Bello dejo lo mejor de su existencia y también el vino y las hermosas mujeres de Chile.

Casi todo se me dio, menos el anhelo de estrechar las manos del gran poeta Pablo Neruda y una foto a su lado.

En el mes de Agosto tuve la oportunidad de entablar amistad con Chito Faró, autor de la célebre canción “Si vas para Chile”. A fines del 65, mi padre Don Teodoro me escribió diciéndome que regresara a casa, pues sentía cercano el fin de su vida. Regreso a mi casa en Michelena, a fines de noviembre del 65, con la complacencia de mi padre Don Teodoro, hermanos, familiares y amigos.

El presentimiento del final de mi padre, se dio lamentablemente el 8 de Enero de 1967. Mi madre Doña Nieves Roa, falleció quince años atrás, el 27 de Agosto de 1952, a la edad de 34 años, en el último parto de su vida. De ese modo quedé huérfano de padre y madre en el lapso de 24 años.

SEGUNDO VIAJE A CHILE 1971

En Febrero del 71 regresé de nuevo por tierra a Chile, en compañía de mi hermano José Teodoro. Llegué primero a la ciudad de Arica y luego seguí a Charañal, Antogasta, Copiapó y finalmente La Serena, me gustó tanto que resolví fijar residencia en esta bella ciudad del norte chileno. Me inscribí en la Facultad de Tecnología Agrícola de la Universidad de Chile. Gobernaba el país, el recordado presidente Salvador Allende con el apoyo de la Unidad Popular. En el inicio de la primavera, en el mes de septiembre converso por primera vez con el famoso cantante venezolano Luisín Landáez, quien había pertenecido al elenco de estrellas de La Billos y otras orquestas a fines de la década del cuarenta y principios del cincuenta. Luisín Landáez viajaba en compañía de la Sonora Palacios y de su amigo el cantante popular, Lucho Barrios y su conjunto en gira musical por La Serena y ciudades del norte chileno. A finales de l97l regreso a mi hogar en Michelena, donde empiezo a escribir mi libro Cantares Michelenenses en homenaje a mi pueblo natal.

MIS EXPERIENCIAS EN CARACAS 1972

En el mes de Enero de l972 resuelvo viajar a Caracas para iniciar un nuevo ciclo en mi vida de gran importancia en mi futuro. Viaje en una motocicleta de mi hermano Obdulio rumbo a Barquisimeto, Valencia, Maracay y finalmente, Caracas. Llegué a la capital sin un centavo en el bolsillo por lo que me dediqué a hacer carreritas a personas urgidas de desplazarse de un lugar a otro quienes me ayudaban para la comida y gastos de gasolina. A los dos días cansado de correr de un lugar a otro, me ubiqué en una esquina de Sabana Grande, en el Gran Café. A las once de la noche se acercó un antiguo compañero de La Cueva Pictolírica, l964 en la ciudad de San Cristóbal. Se trataba de mi amigo José Campos Biscardi, famoso pintor residenciado en Caracas. Campos y yo nos abrazamos, al calor de un cafecito le conté mi odisea y él me invitó a su taller en Chacaito. A los quince días Campos me pagó un mes de arriendo y comida en la Quinta Gravilla ubicada frente a la Clínica San Ignacio en La Florida. Campos me presentó al industrial Tomás Avellán, propietario de una distribuidora de arte ubicada en la Avenida Bolívar. Gracias a Campos conocí al distinguido crítico y poeta Juan Calzadilla, mi recordado maestro en el campo artístico. También entablé amistad con el pintor Don Carlos Otero, miembro fundador del Círculo de Bellas Artes, quien era ya un venerable anciano. Después estreché lazos de amistad con el maestro de la Escuela Caraqueña, Pedro Ángel González, con el mecenas del arte, Dr. Fernando Fuenmayor, extraordinario amigo de quien recibí sabios consejos. Acompañé cierto tiempo a los artistas Filiberto Cuevas, los hermanos Salas, y muchos más, hasta que un día Juan Calzadilla me dijo que estaba preparado para retornar a San Cristóbal a fin de cumplir una labor en el arte tachirense. Regresé a Michelena en el mes de Diciembre de l973 para iniciar un nuevo ciclo artístico en el Táchira. En el año l975 participe en la fundación del Grupo Pictórico Montaña, junto a los pintores Ciro J. Rivas, Arecio Moncada, Freddy Ontiveros, Marcos Medina. Para dar inicio al movimiento de la Escuela Andina. Prosigo mi trabajo de colaborador en la prensa regional y en algunas estaciones radiales. En este año distribuyo obras de arte vanguardista, arte cinético, paisajes andinos, inicio la teoría de la Escuela Andina, cuyo nombre se debe a mi compadre el pintor Ciro J. Rivas.



MI VIDA EN PAREJA

Hago un paréntesis para anotar un párrafo en torno a mi vida sentimental. En l974 conocí a la joven Isaura Contreras Benítez, oriunda de la localidad de Táriba. En 1976 me fui a vivir con ella en casa de mi suegra Margarita Contreras. En Julio de l977 nació mi primogénita María Alejandra y en el mes de Octubre de l979, nació nuestro hijo varón, Rubén Darío Jr. El dos de mayo de l985 me casé por lo civil con mi compañera Isaura Contreras para formalizar la unión, en la prefectura de Táriba. En l989 recibimos en nuestro hogar a Daniela Contreras, hija de mi cuñada Coromoto Contreras, de quien nos hicimos cargo y tiene tanto para Isaura como para mí, los mismos derechos de sus hermanitos María Alejandra y Rubén Darío.




Con mi esposa Isaura Contreras Benítez, Plaza los Mangos. 1987

San Cristóbal



EN LA FERIA INTERNACIONAL DE SAN SEBASTIAN

En los grandes eventos de la Feria Internacional de San Sebastián, fui nombrado coordinador en los Salones feriales.

1981, EXPOSICIONES SIMULTANEAS DE PINTORES, en el HOTEL TAMA, CIRCULO MILITAR, CORPOINDUSTRIA, SALON DE LECTURA ATENEO DEL TACHIRA, PABELLON VENEZUELA.

1982, COORDINADOR EN LA FERIA DE LOS PINTORES, EN EL PABELLON COLOMBIA-

1983, COORDINADOR EN EL SALON HOMENAJE AL LIBERTADOR EN SU BICENTENARIO, EN EL SALON DE LECTURA, ATENEO DEL TACHIRA-

1984- 1985, COORDINADOR DE LOS SALONES FERIALES EN LA GALERIA MENDOZA, ATENEO DEL TACHIRA.

En el mes de Julio de l98l, participo en la fundación de la Galería Manuel Osorio Velasco, dependiente de la Dirección de Cultura y Bellas Artes del Táchira, en compañía de la Licda. Luz Vivas Terán, Directora de Cultura y el pintor Pancho Baptista, director de la Galería., ambos fallecidos hace pocos años.

En l99l me incorporé a la AVAP. TACHIRA, con sede en el Puente Libertador, cercano a Táriba, donde se fundó el Paseo de los Artistas.

En l992 el CONAC (Consejo Nacional de la Cultura) me concedió un Subsidio de Honor, que para mí persona y grupo familiar ha sido y es de enorme ayuda en mis gastos familiares.

En l993, la Fundación Michelena, me honró con el calificativo de PATRIMONIO CULTURAL DE MICHELENA, a raíz de mis treinta años en el mundo del arte.

En l997 la AVAP TACHIRA, hizo las diligencias para la construcción de treinta y siete viviendas para los pintores, una vez logrado este objetivo, la AVAP cerró sus actividades. En el mes de noviembre del 97, el gobernador Dr. Ricardo Méndez Moreno hizo entrega de las casas en la Urbanización Lomas de Toiquito, al pie del Seminario Santo Tomás de Aquino., municipio Guásimos, Táchira.

En la actualidad comparto con mi familia en la casa número dos de dicha urbanización en compañía de una docena de artistas y un grupo de treinta y siete familias.

Continúo mis colaboraciones en el Flash La Nación, Revista Aeropuerto, y un programa dominical, Mundo Artístico, en la emisora 98.3 FM en Michelena.

Estoy ocupado en la realización de dos obras, que son el mayor anhelo de mi vida:

l) TESTIMONIO DEL ARTE EN EL TACHIRA, que abarca cuarenta años de vivencias personales y colectivas en la región.

2) CANTARES MICHELENENSES, una visión poética de mi pueblo natal.

Ojalá pueda materializarse este sueño a través de la MISION CULTURA, para dejar una obra interesante en pro del desarrollo cultural y artístico de nuestro pueblo.

NOTAS COMPLEMENTARIAS

A una de mis compañeras participante en el grupo donde leí varios pasajes de esta autobiografía, le comenté algunas de mis anécdotas de mi infancia y juventud, razón por la cual la facilitadora María de los Ángeles al preguntar una opinión sobre mi trabajo, la compañera llamada Carmen comentó en voz alta que mi autobiografía estaba un poco “chucuta”, pues a su juicio faltaba lo mejor, es decir, las anécdotas que yo le había confesado. Dicha observación la tomé en cuenta y resolví escribirlas al final de esta autobiografía con sus respectivos titulares.

CLUBES AGRICOLAS 5 V

En el año l955, estudiaba quinto grado en el Grupo Escolar “José Amando Pérez” en Michelena, mi pueblo natal. En ese tiempo existían los Clubes Agrícolas 5 V, que eran granjas agrícolas ubicadas en una manzana cercana al centro del pueblo. Por la mañana asistíamos a la escuela de 7 a l2 del día. A las dos de la tarde me reunía con mis compañeros en la granja y bajo la dirección del maestro Horacio, dábamos inicio a la faena. Cada niño tenía una parcela de 8 x 1 metros. Yo sembraba por ejemplo, repollo, el compañero del lado, zanahoria, el siguiente, cebolla, el de más allá, lechuga y así sucesivamente. Al cabo de cierto tiempo, llegado el momento de recolectar los frutos, nos reuníamos un día Sábado por la mañana y cada quien reunía lo que había sembrado. Don Horacio apartaba cierta cantidad del total de los frutos recogidos y nosotros llevábamos el resto para la casa. De esta forma llegaba a mi hogar con una mochila de mercado que alegraba por cierto a mis padres y hermanos por tal acontecimiento. De esta manera aprendí desde niño a querer la tierra, a apreciar el esfuerzo de nuestros agricultores y ojalá esas experiencias vuelvan a repetirse en nuestra República Bolivariana de Venezuela, tan urgida del trabajo y la preocupación de todos nosotros.

ESCAPE A MEDIANOCHE

En el año l957, estudiaba primer año de bachillerato en el Colegio del Norte en Pamplona, Colombia. Conocí a un condiscípulo de mi edad, catorce años, quien se sabía de memoria casi toda La Divina Comedia, llamado Eduardo Vélez, a quien menciono en el pasaje de mis primeros estudios. Yo era alumno interno del Colegio, lo mismo mi compañero Eduardo. Una amiga dueña de una bodega ubicada a cincuenta metros del Colegio nos esperaba a las once de la noche, hora en que nos escapábamos una vez que nuestros compañeros y profesores estaban dormidos. Al llegar a la bodega de doña María Pulido- así se llamaba la dueña del negocio- nos arreglaba una mochila con una botella de aguardiente, un paquete de galletas, cigarrillos y un par de sinfonías. En el lugar mencionado nos disfrazábamos para evitar ser reconocidos por nuestros profesores. Nos dirigíamos a la plaza principal de Pamplona, el Parque Aguedas Gallardo, nos ubicábamos al frente de la catedral y a las doce de la noche, el joven poeta Eduardo Vélez, iniciaba al recital de las estrofas de la Divina Comedia del gran poeta Dante Alighieri. Cuando se cansaba, guardaba silencio, abría la botella de miche claro, compartíamos varios tragos, comíamos galletas y un rato de música en las sinfonías que tocábamos entusiasmados en horas de la madrugada. Una media hora después, el recital proseguía con cantos de poetas colombianos, españoles, latinoamericanos, en especial Porfirio Barba Jacob, Bécquer, mi tocayo Rubén Darío y el norteamericano, Edgar Allan Poe.

A las cuatro de la madrugada regresábamos al Colegio y por el tanque de agua del Colegio, que estaba a unos 6 metros de altura, subíamos por los tubos y penetrábamos sigilosamente al interior del edificio. Así fue mi inicio en el maravilloso mundo de la poesía que me ha acompañado a lo largo de mi existencia.

MI PARTICIPACION EN LA MISION CULTURA

El 25 de Noviembre del 2005 me inscribí en la “Misión Cultura”, en la Biblioteca Pública “Leonardo Ruiz Pineda” en la ciudad de San Cristóbal. La doctora Adriana Ovalles, -en la actualidad facilitadora del Grupo “Guasimeros”, donde participo de las experiencias junto a 21 compañeros activadores-, recibió mis recaudos en aquella ocasión.

El mencionado grupo está integrado por las siguientes personas: Francisco Puente, Márquez María Consuelo, Juana Edita Chacón, Isola Belkis Useche, Yolanda Castellanos de G. , Carmen Esperanza Pérez, Zenaida Escalante de P. , Doralina Velasco S. , José González M. , Doris Gutiérrez M. , Carlos Humberto Chacón , Belkis Annel Guillén de V., Milángela Vivas, Iraima Yani Delgado S. , Evelyn Silvia Fernández G. , Rafael Altahona G. , Kanerina Tovar, María de los Ángeles Kloster, Mair E. Ponte C. , Olga Rodríguez, Ángel Bolívar.

La facilitadora del Equipo “GUASIMEROS”, es Adriana Ovalles y el tutor, Jairo Osorio. El martes a las dos y media de la tarde me vengo reuniendo con mis compañeros activadores mencionados, a finales del 2005 hasta los primeros días del mes de Marzo del año en curso, bajo la eficaz orientación de María de los Ángeles Kloster y en la segunda semana de Marzo del 2006, continúa con notable acierto esta importante función, Adriana Ovalles.

El lugar donde comparto experiencias como anoté, el martes por la tarde, junto al extraordinario grupo de activadores, es el Taller de Cerámica Artística Guásimos, ubicado en la calle 2 de la pintoresca ciudad de Palmira, Táchira.

Esta importante Institución fue fundada por el Prof. Luis Beltrán Ramírez Zambrano, en el año l977, a través del Plan Cultural de la Gobernación del Táchira, dependiente de la Dirección de Cultura del Estado. En la actualidad es coordinado por el Prof. José Javier Chacón, quien a mi juicio, cumple a cabalidad sus actividades tanto para sus laboriosos discípulos, como para los integrantes del Equipo GUASIMEROS, en esta magna empresa de la MISION CULTURA, en pro del desarrollo de nuestra comunidad y del pueblo venezolano, del presente y futuro de nuestra querida patria bolivariana.


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Blog elaborado y/o administrado por este Licenciado en Educación, mención Ciencias Sociales (UCABET, 1979), residenciado en Táriba, Municipio Cárdenas del Estado Táchira, en la República Bolivariana de Venezuela. Profesor UCAT, Individuo de Número de la Academia de Historia del Táchira, Carrera 5 Nº 5-30, Tlfs. 0424 753 4227.. joseernestobecerra@gmail.com, Instagram: @joseernestob, y en twitter @joseernestob. Visite mi índice de Blogs en http://expiralia.blogspot.com/